Pago de Carraovejas

La finca posee una ubicación estratégica. Está situada en la confluencia de ríos y protegida de los fríos vientos del norte y de las nubes cargadas de granizo por un imponente cerro y por el castillo de Peñafiel.

Para conseguir su uva de extraordinaria calidad, la intervención humana y los sistemas de riego con los que está dotada la finca son determinantes. Cabe destacar los molinos antiheladas que posee la finca que mitigan los efectos de la helada negra y evitan el congelamiento interno de la vegetación.

Ubicada a 3 kilómetros de Peñafiel, en la solana de los valles del río Botijas (un apéndice del valle del Duero del que tan sólo le separan 4 km), la finca goza de un microclima en el que se conjugan los efectos dulcificantes del Duero, los vientos dominantes del oeste (que favorecen la calidad de la uva) y la orientación sur de sus laderas de suaves pendientes (protegidas del dañino viento del norte y de las heladas primaverales y otoñales).

El viñedo cuenta con tres tipos de suelos repartidos por la finca en función de la orografía del terreno. Un terruño diverso, manejado desde las más actuales técnicas de viticultura y respetando las características que cada unidad de manejo requiere.

En Carraovejas trabajan con tres variedades: Tinto fino (Tempranillo), Cabernet sauvignon y Merlot, todo bajo tres sistemas de emparrado: Cordón Royat, vaso vertical y terrazas de viticultura tradicional en el valle y viticultura de montaña.

La uva de Pago de Carraovejas se selecciona en el campo por el personal del viñedo a lo largo del ciclo vegetativo de la planta. Se vendimia a mano y llega a bodega en pequeños remolques vibrantes de acero inoxidable, que mimarán cada movimiento de la uva para que esta llegue entera, después de despalillada y sin que uva ni granilla sufran presiones, fragmentaciones violentas o aireación excesiva.

La nave de fermentación está equipada con depósitos de acero inoxidable, especialmente diseñados para conseguir una maceración más eficaz debido a su gran superficie de sombrero y tinas de roble francés, con una capacidad de 150 hectolitros para fermentación alcohólica y de 200 para la maloláctica. Cabe destacar la utilización de levaduras y bacterias lácticas propias y el trabajo de elaboración por gravedad realizado mediante la utilización de OVIS.

Los vinos pasan por barricas nuevas y seminuevas de roble francés y americano con grano extrafino con una vida máxima de tres años. La crianza abarca desde los 12 hasta los 24 meses, dependiendo del tipo de vino.

La vendimia de 2016 fue la número 25 de la historia de Pago de Carraovejas. Para celebrarlo, la bodega llevó a cabo un programa de actividades encaminadas a poner en valor los principales hitos conseguidos durante este cuarto de siglo. Además, renovó su identidad corporativa mediante la creación de una nueva página web.

En el año 2017, Carraovejas estrenó su restaurante Amvibium, un espacio gastronómico situado dentro de la propia bodega en el que la alta cocina y la viticultura se unen para crear una experiencia gastronómica de primer nivel.

Su última novedad es la creación del proyecto Milsetentayseis bajo la dirección técnica de la enóloga Patricia Benitez. Este proyecto está enclavado en el área de mayor altitud de la Ribera del Duero, Fuentenebro, y dará a luz a una serie de vinos singulares de muy pequeña producción. El primero de ellos es el rosado La Peña 2018, al que Tim Atkin ya le otorgó 92 puntos.

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Pago de Carraovejas

39,60 €
Disponibilidad: 6 con Stock

Vino tinto de la Ribera del Duero.

Variedad de la uva: 93% Tinto fino, 4% Cabernet Sauvignon, 3% Merlot.

Elaboración: Crianza durante 12 meses en barricas de roble francés y americano.

Graduación alcohólica: 12,5º

Formato: 75cl.

Año: 2020